CUARESMA… DOMINANDO LAS PASIONES.

Por: Pbro. José Gregorio Pineda

Al llegar el tiempo de cuaresma, inmediatamente muchos piensan en lo mal que lo van a pasar, por el ayuno, el silencio, la abstinencia, la limosna… como si fuera un tiempo de tristeza, penalidades, castigo, un tiempo de retroceso, etc… un tiempo en el cual se friega mi vida…

Debemos entender bien este tiempo, ¿para qué lo ha puesto la Iglesia? Ciertamente tiene sus prácticas muy concretas, y al mismo tiempo una pedagogía, que nos va llevando a un cambio, por ejemplo: cuando hacemos caligrafía o planas, sin darnos cuenta va cambiando nuestra ortografía hasta que la letra sale perfecta, y ha sido así por el ejercicio que hemos hecho. El sentido de la cuaresma es corregir los defectos, a través del ejercicio, que puedan tener nuestras vidas, hasta hacerla perfecta.

Hay tres prácticas que realizamos en la cuaresma: oración, ayuno y limosna y al parecer es más fácil dar dinero y estar tres horas en oración, que ofrecer un ayuno… el ayuno es un arma de mucha fuerza que nos ayuda a controlar las pasiones (sentimientos o emociones que posee toda persona), para que seamos dueños de nosotros mismos: ¿y por qué debemos dominar nuestras pasiones? Porque cuando son ellas las que dominan, nuestra vida se vuelve un desastre, ¿conoces a alguien que duerme demasiado, come todo lo que el cuerpo le pide, se muere por un refresco, chocolate, cigarrillo, programas de televisión, computadora, celular, se deja llevar por la pereza, envidia, o simplemente no puede hacer silencio o dejar de criticar?, esa persona esta dominada por las pasiones… ¿y es malo?, ¡claro que si!, porque al mismo tiempo preparamos nuestro cuerpo para que entre cualquier tipo de pecado y no tenemos fuerza de voluntad para decir ¡no!

Por eso el ayuno nos ayuda a controlar todo lo que hacemos y podemos decidir que cosas dejar o que cosas tomar, porque no somos un robot. Cuando hacemos ayuno dominamos el hambre y decidimos cuando y que comer, cuando dormir, hacer silencio, dar algo a alguien, levantarme temprano etc, al final te darás cuenta que tu voluntad se ha forjado y se ha hecho fuerte, hasta tal punto que lo que era para ti muy apetitoso o imposible de dejar, lo has hecho a un lado o lo has rechazado y te sentirás triunfador, además de las gracias y bendiciones que Dios derramara en ti por tus sacrificios y buena voluntad, él siempre nos acompaña.

¡Has tu ayuno!... él no ha pasado de moda, es para los que deseen vivir una tremenda cuaresma de la mano de Dios, con la seriedad de un cristiano comprometido con la conversión… ¡atrévete!

Pbro. José Gregorio Pineda